sábado, 24 de octubre de 2015

Amaneceres en París

Cada casa tiene su encanto, y menos mal porque si no, con tanto cambio, nos consumiría la nostalgia de la anterior. Tenemos recuerdos estupendos de la terraza de Londres, del estudio de dBt, o de aquellos atardeceres cuando éramos vecinos de Madonna.  En la etapa actual lo más memorable son los amaneceres increíbles que tenemos desde la cocina. Cada día es diferente al anterior, con una combinación única de nubes y colores  (salvo cuando está totalmente nublado, claro). Es una forma estupenda de comenzar el día y recordar la magia y el misterio de estar vivos.