viernes, 19 de mayo de 2017

Concierto de Metronomy en Glasgow

El detonante del viaje a Glasgow ha sido ver a Metronomy en concierto. Descubrimos el grupo hace 3 años en París, a través de Ronke, ya que su hermano es el bajista. Sin ser super-fans, nos gustan lo suficiente, y este era el primer concierto de la nueva gira. Sonaron bien, potentes, y el concierto fue corto, con una setlist de menos de hora y media, ideal para no aburrirse. Mi canción favorita del nuevo album es Night Owl

Más interesante y divertido que el propio concierto fue la oportunidad de cenar con Gbenga, y la propia Ronke que se vino ese día desde París. Lo pasamos muy bien; él tiene muy buenas habilidades sociales y muchos temas de conversación. Nos interesamos por los detalles de la gira y acabamos visitando con él el autobús con el que viajan, con sus literas, su salón, zona de cocina y tal. Todo muy fascinante para descubrirlo pero no para vivirlo; una paliza. 

Ha estado bien descubrir Glasgow con la disculpa del concierto. Es una ciudad que está bien, sin tener el encanto de Edimburgo. Al ir con suficientes días también pudimos estar más relajados, con tiempo para ver los puntos de interés sin tener que andar a correr, poder tomar alguna copa en los locales gay, y hasta ir al cine a ver Alien en versión 4DX (es decir, con asientos que se mueven y gotitas de agua que te caen cuando llueve en la película; ideal para mantener la tensión). El caso es que ahora que ya conozco las dos ciudades principales de Escocia, me entran más ganas de descubrir el resto del país, las míticas Highlands.