viernes, 21 de abril de 2017

Paisajes cotidianos

Desde que empezó el año, llevo contabilizados 10 viajes a Zurich. Eso hace una media de 2,5 por mes. Es un vuelo de unos 50 minutos, relativamente cómodo sino fuera por los controles de seguridad en Charles de Gaulle, que son algo cansinos; en el aeropuerto de Zurich son más relajados. 

Tanto trajín a veces me cansa, pero no puedo decir que me disguste. Siempre vuelo en ventanilla y disfruto de las vistas aquí y allá. Esta última semana han sido los campos amarillo-primaverales de Francia, los grises lluviosos de Zurich (dónde nevó bastante el miércoles!), las vistas desde mi habitación en una planta 29 del hotel de Oerlikon, o esa llegada a París con vistas a toda la ciudad, con la Défense y el Bois de Boulogne en primer plano. Bellezas cotidianas.