lunes, 21 de noviembre de 2016

Redescubriendo Burdeos

Confirmado, Burdeos es una de mis ciudades preferidas en Francia, a la que tan sólo Lyon le hace sombra. Lo tiene todo, para mi gusto: un gran río, una arquitectura soberbia, patrimonio, buenos restaurantes y arte y arquitectura contemporáneos.

Habíamos tenido un breve encuentro con la ciudad, hace seis años, como etapa breve del viaje en coche de Madrid a París. Ya entonces,  nos había gustado mucho y este fin de semana hemos podido explorarla con algo más de tiempo. Nos hemos reencontrado con los básicos, como el Gran Teatro de la Opera, la Catedral, o la Plaza de la Bolsa y su inmenso "Espejo de Agua" que constituyen la estampa típica. Pero además, hemos encontrado novedades, como tropezarnos por casualidad con una de esas cabezas femeninas de Jaume Plensa, parecida a las de Chicago. O un edificio nuevo, estrenado hace pocos meses, la Cité du Vin, que tiene muy buena pinta pero que no visitamos por dentro. Lo hemos dejado para otra ocasión en la que podamos combinarlo con algo de enoturismo, que es un gran atractivo de toda esa región. En esta ocasión tocaba arte contemporáneo en el Instituto Cultural Bernard Magrez, una auténtica joya de sitio del que hablaré en otra entrada.