sábado, 4 de julio de 2015

Terraza interior

Nuestro estreno en la nueva casa ha coincidido con una semana de "canicule" en París, es decir, calor intenso, de más de 35º, y noches donde la temperatura supera los 20º. Es la misma ola de calor que ha afectado a España y a otros países europeos. El problema es que la ciudad no está acondicionada para estos calores. El transporte público es una pesadilla y la mayor parte de comercios y restaurantes también. 

A falta de una terraza en condiciones, como la de Londres, o la efímera del piso Saint-Didier, nos hemos montado una terraza interior. Es decir, una mesa al lado de la ventana. Uno de los dos tiene vistas a la esquina del Centre Pompidou y el otro a los tejados del Marais. Esta semana ha dejado atardeceres muy bonitos, iluminados con una luna llena espléndida; un verano parisino para recordar.