domingo, 11 de enero de 2015

Los días de Charlie

El día de mi vuelta al trabajo, el 7 de enero, fue el mismo día del atentado terrorista al diario Charlie Hebdo. Sólo tomé conciencia de la magnitud del asunto cuando llegué a casa, por la noche; todo muy emocionante y muy triste. Al día siguiente, hicimos minuto de silencio en la oficina, al igual que en toda Francia, sin saber todo lo que aún estaba por venir en las horas y días siguientes.  

Por esas cosas del azar, justo estos días en los que todo el país y medio mundo estaba en vilo, Ana vino a pasar un fin de semana largo a París. Subí a buscarla al aeropuerto el jueves por la noche y a acompañarla de vuelta el domingo al mediodía. En ambos casos temía embotellamientos, controles o alteraciones varias, pero nada de eso ocurrió. Todo muy tranquilo; la acción estaba en otros lados. 

Hemos disfrutado de un fin de semana de turistas en el medio del caos sin apenas enterarnos de nada, salvo cuando veíamos las noticias al llegar a casa, o cuando veíamos los carteles de "Je suis Charlie" que empezaron a proliferar por todos lados. Por ejemplo, en la foto de abajo en la galería de columnas que une el Palais de Tokyo y el Museo de Arte Moderno, al que entramos el viernes para ver El Hada Electricidad, un mural monumental e "imperdible" de Dufy