miércoles, 26 de febrero de 2014

Hong Kong en vertical

Hong Kong no es ciudad para vértigos. El terreno no montañoso es escaso y para albergar más de 7 millones de habitantes todo se ha tenido que desarrollar hacia arriba. Eso implica los edificios glamurosos de oficinas, pero también toda una maraña de torres de apartamentos más bien cutres. La mejor vista de todo ese gigantismo se obtiene desde el "Victoria Peak" al que se sube con un funicular. También ofrecen buenas vistas los 118 pisos del bar Ozone que presume de ser el bar más alto del mundo.  

Hay otras curiosidades verticales en HK. La primera es toda una serie de escaleras mecánicas que unen el centro con los llamados "mid-levels", la zona dónde están los apartamentos. Son 800 metros de escaleras que funcionan de bajada hasta las 10 de la mañana, para facilitar el acceso al trabajo en las oficinas del centro, y hacia arriba el resto del día. La segunda curiosidad es la abundancia de andamios de bambú en los que los troncos de distintos grosores están atados con unas cintas. Muy impresionante ver a los obreros ahí encaramados con tan pocas medidas de seguridad.  Por último, la otra cosa que me ha dejado un poco perplejo es el mercado de Mong Kok, el barrio con la mayor densidad de población del mundo. Los tenderetes se sitúan en una calle estrecha en medio de altas torres de viviendas; un poco angustioso, no apto para personas con agorafobia.




martes, 25 de febrero de 2014

El Puerto de Victoria

Probablemente lo que más nos guste de Hong Kong es simplemente su skyline, ese perfil de rascacielos que se perfila tanto en lo que se considera el centro urbano, en la Isla (las dos primeras fotos), como en tierra firme, en la península de Kwoloon (las dos últimas fotos). Y es que ya se sabe que a nosotros nos dan cuatro edificios altos y unas luces de neón por las noches y ya felices. 

Un sistema de ferrys baratísimos (unos 0,25 euros) conecta las dos orillas de Hong Kong constantemente atravesando el Puerto de Victoria, nombrado así por los británicos en honor a su famosa reina. Las aguas son muy profundas y hacen que sea uno de los mejores puertos naturales del mundo (el otro es Vigo, como todo el mundo sabe :)). 


lunes, 24 de febrero de 2014

Entre el mercado y el templo

Nuestro barrio, Sheung Wan, era conocido como "Chinatown" por los británicos. Toda una ironía, pero por lo visto concentraba a la población "autóctona" en la época de la colonia. Ese ambiente puramente chino pervive en las calles, en el comercio local, pero también en el mercado callejero, que descubrimos por casualidad camino de un templo. Me gusta ver los puestos de verduras, herbolarios y toda esa variedad de mariscos y pescados disecados. En cambio, las pescaderías y carnicerías me dan un poco de repelús (en realidad no me gustan en ningún país).  

En cuanto al Templo de Man Mo, que era nuestro objetivo de visita, antes de enredarnos con el mercado, hay que decir que es un sitio muy especial. Es un templo taoísta, dedicado a un dios de la literatura y otro de las artes marciales, todo muy yin-yan. La atmósfera es casi irrespirable porque todo son velas e inciensos, tanto en barritas como en espirales cónicas que cuelgan del techo. Todo muy fotogénico, aunque el olor del humo te acompaña en la ropa para el resto del día. 



domingo, 23 de febrero de 2014

Excursión a Lantau

El domingo lo hemos pasado en Lantau, la isla más grande del archipiélago de Hong Kong, montañosa y poco poblada. El metro te lleva hasta Tung Chung, una especie de ciudad dormitorio con mega-torres de apartamentos y un centro comercial de outlets. Desde allí sale un teleférico (tuvimos que hacer casi dos horas de cola, supongo que por ser domingo) que te lleva al centro de la isla, al Monasterio de Po Lin y el gran Buda. Tiene todo su encanto, el incienso, las flores, las estatuas de Buda, pero no nos impactó tanto como el Buda de Kamakura que tiene 700 años menos.

Más interesante fue descubrir la aldea de pescadores Tai O, a la que se accede en autobús. Es todo un atracón de estímulos visuales y olfativos. Las calles principales están repletas de puestos de venta de pescados secos y frescos. Las orillas del río están ocupadas por casas sobre pilotes. Todo muy pintoresco y al mismo tiempo algo repulsivo, ya que la mayor parte de las casas son chabolas de hojalata y sus interiores reflejan bastante miseria.  



sábado, 22 de febrero de 2014

Las dos caras de Hong Kong

Esta es una ciudad dura, de eso no cabe duda. Calles estrechas, edificios altos, tráfico y obras. Dedicamos el primer día a familiarizarnos con el espacio, caminando mucho y fotografiándolo todo como si estuviéramos en otro planeta. 

Nuestro apartamento está en Sheung Wan, el barrio oeste de la Isla de Hong Kong, una zona con mucho saborcillo chino. Por todos lados hay tiendas pequeñitas llenas de unos productos que no conocemos,  carteles luminosos que invaden media calle y mega-edificios de apartamentos.  A unos 10 minutos andando está el sector Central de la Isla, y más allá, en el este, Wan Chai.  Todos estos barrios se sitúan en una franja urbana relativamente estrecha, dejando detrás montañas altas cubiertas por vegetación tropical. Una autopista atraviesa la ciudad y conecta todos los barrios. Para cruzarla y también esquivar el tráfico de otras calles, hay por todos lados un pasillo elevado con pasarelas, que a menudo conectan con centros comerciales, creando cierta sensación de ciencia ficción. En frente de la isla, en tierra firme, hay más ciudad, conectada por ferrys y por un par de túneles para el tráfico y el metro.



viernes, 21 de febrero de 2014

Cumpleaños en Hong Kong

Mi viaje de vuelta de Australia a Londres, vía Hong Kong, coincidía el día de mi cumpleaños.  En lugar de pasármelo enteramente en el avión, convencí a dBt para que se viniera a Hong Kong y que al menos pudiéramos cenar juntos. Hemos ido a Tim's Kitchen; todo muy bueno. Hemos cogido los dos unos días de vacaciones para poder explorar la ciudad en los próximos días, por si hubiera que trasladarse...


jueves, 20 de febrero de 2014

Reuniones en Brisbane

Semana de trabajo en Brisbane. Días de bochorno y reuniones tediosas de 8 de la mañana a las 5 de la tarde, todo con el propósito de "transformar" la función de Recursos Humanos con la ayuda de consultores de IBM. Papanatismo en grado extremo. En paralelo, por las tardes, he tenido un par de entrevistas de trabajo para el puesto en París a través de videoconferencia con el ordenador. Y a finales de la semana próxima, cuando esté de vuelta en Londres, tendré nuevas entrevistas para los procesos de Madrid y Hong Kong. Todas las alternativas siguen abiertas.


martes, 18 de febrero de 2014

Selva tropical en Australia

La costa al norte de Cairns, en el estado de Queensland, es muy mona pero un poco chunga. Por todos lados hay carteles de cuidado con los cocodrilos y con las medusas. Por lo visto algunas de ellas son realmente peligrosas, pudiendo provocar hasta la muerte. Resumiendo, no puedes bañarte fuera de lo que es la zona segura: una especie de piscina en el mar rodeada por una red de seguridad. Me animé a bañarme en la playa de Port Douglas el domingo a las 8 de la mañana pero no sin cierta tensión por si alguna medusa lograba colarse en la red. 

La alternativa a tantas limitaciones playeras es adentrarse en la selva, en la Garganta de Mossman en el Parque Nacional Daintree que tiene la friolera de 100 millones de años. Pura lujuria vegetal. Los helechos, las enredaderas y todo tipo de árboles se enmarañan por todos lados. Hay tal variedad que da la impresión de que no se repite nada, que todos los árboles son distintos. Los más espectaculares son las higueras estranguladoras que germinan en la copa de los árboles y desde allí hacen crecer sus raíces hacia el suelo estrangulando lentamente al árbol huésped. Terrorífico. 

En realidad, todo en la selva es un poco angustioso. Para empezar el ambiente de calor húmedo sofocante. Después los sonidos constantes de los insectos y pájaros. La amenaza constante de que te pique algo… Por no hablar de los miles de murciélagos que vimos con la puesta del sol la noche del sábado. Todo muy fascinante como experiencia, pero así, en plan pequeña dosis y con vuelta rápida a la civilización.



lunes, 17 de febrero de 2014

Port Douglas

He pasado el fin de semana en el norte del estado de Queensland con una compañera de trabajo. El vuelo de Brisbane a Cairns nos llevó poco más de 2 horas y desde allí recorrimos en coche unos 70 km hasta un pueblín llamado Port Douglas que fue nuestra base de operaciones. 

Es una tramo de costa puramente tropical en el que de un lado está la Gran Barrera de Coral, que prácticamente toca tierra firme, y del otro el Daintree National Park, una auténtica jungla. Subimos hasta Cape Tribulation, nombrado así porque allí comenzaron los problemas de los primeros exploradores en Australia, al encallar su barco en los arrecifes de coral. La zona está además infestada de cocodrilos así que no puedes aventurarte a dar muchos paseos cerca del agua. 




miércoles, 12 de febrero de 2014

La vida adelantada

Vuelvo a Australia. Tengo reuniones de trabajo la semana próxima en Brisbane y esto ha adelantado algunas celebraciones esta semana. 

Nunca he sido de celebrar San Valentín, por el componente puramente comercial del invento, pero a dBt le gusta. Como el 14 no íbamos a estar juntos, ya que yo estaré ya en Brisbane y él estará en Barcelona por una cita en la Barraquer con su madre, decidió preparar una cena romántica sorpresa esta semana. 

También Saif, nuestro ex-vecino de Dubai, decidió adelantar su regalo de cumpleaños ya que ese día yo todavía estaré de viaje. Se presentó un día en casa con un reloj Elysee, muy mono y caro. Me quedé un poco bolado, la verdad. No estoy acostumbrado a la amistad y generosidad árabe. 


lunes, 10 de febrero de 2014

Presentando a M

Sigo con mi neura nipona, hasta el punto de que 4 de los 7 libros que he comprado este fin de semana pasado en Madrid son de temática japonesa. Entre ellos está el último de Murakami, Los años de peregrinación del chico sin color, del que ya llevo leído dos tercios y me tiene bastante enganchado. 

Estos días pasados en casa de jap, también caí en otra conexión japonesa de mi vida. Se trata de "M", un bonsai arce, que le regalé a jap hace muchos años en uno de nuestros aniversarios, allá por 1999 o 2000 cuando hacía poco que vivíamos en la calle León. Si no recuerdo mal, tenía ya 23 años en el momento de la compra en El Corte Inglés de Castellana, así que ahora está cerca de hacerse cuarentón. Qué terrible como pasa el tiempo para todos. 

Su vida todos estos años ha sido muy azarosa. De entrada jap lo rechazó de forma bastante desagradable. No recuerdo bien los motivos, pero creo que ninguno de los dos sabíamos muy bien qué era un bonsai, y en cualquier caso él hubiera preferido un olivo y no este alienígena. Prueba de nuestra ignorancia es que lo tuvimos durante meses en el interior, al menos todo el verano, el otoño y parte del invierno, hasta que lo llevamos a que lo miraran porque parecía que se moría. Nos explicaron entonces que era sin duda de exterior y requería humedad constante. Nos recomendaron que lo aclimatáramos al mundo real poco a poco. Tuvimos que apagar la calefacción de una habitación para ayudarle a hacer la transición.

Desde aquellos primeros meses traumáticos, M ha tenido varios episodios de cuidados intensivos en guarderías de bonsais, incluyendo también algún verano en la Sierra, en plan campamento, para llevar mejor los meses de calor.  Tiene años de mayor o menor esplendor, o de mayor o menor asilvestramiento, porque la verdad es que nunca lo podamos. Su momento estrella del año es el otoño cuando las hojas pasan en un par de semanas por varias tonalidades de rojos y ocres. Es entonces un tiempo de auténtica magia en la casa, aunque yo ya llevo demasiados años perdiéndomelo.  


viernes, 7 de febrero de 2014

Viernes de gestiones en Madrid

Fin de semana en Madrid. Objetivo primordial: renovar el DNI. Me planteé hacerlo en Vigo pero las combinaciones de vuelos a Oporto o Santiago eran imposibles.

Me encanta mi DNI nuevo, electrónico, tan moderno, con una foto de esta misma mañana y no como aquella de hace 10 años en la que ya no me reconocía, gafotas y rechoncho. He aprovechado también la mañana de gestiones para verme con los del Citi, a ver si me ayudan a organizar mis finanzas personales.

Mi plan era completar el día con una entrevista de trabajo pero la cancelaron en el último momento.  Al menos sí conocí a otras consultoras de la agencia de head hunting y también a su directora en España. En cuanto a la entrevista, tendremos que reprogramarla a través de video-conferencia, algo en lo que parece que voy a coger experiencia en las próximas semanas ya que tengo otros dos procesos abiertos para trabajos en París y Hong Kong. Y es que efectivamente, busco trabajo. Las conversaciones peligrosas en mi empresa actual no han cuajado en ningún cambio interno y cada vez estoy más incómodo. Es hora de moverse, o al menos, intentarlo.